Las 10 ciudades más bonitas de Europa
Si estás en Europa y no sabes que lugares nuevos visitar, te doy una lista de las 10 ciudades más bonitas de este continente:
Cada año llegan hasta la capital escocesa cientos de miles de visitantes con el ánimo de saborear todo tipo de diversiones, también nocturnas. pero Edimburgo es, además, un activo foco de cultura, que encuentra su culminación en verano, durante la celebración de su Festival Internacional dedicado a las artes escénicas.

Una imponente y siempre renovada dosis de cultura, monumentos de todas las épocas complementados con grandes espacios naturales, más tradición de vanguardia, y el deseo de mantenerse lo más british posible a pesar de su indiscutible cosmopolitismo hacen de Londres una de las ciudades más visitadas del mundo.

Cosmopolita y con estilo. Llena de animadas terrazas, tiendas de moda de diseñadores que han revolucionado las reglas de vestir y gente guapa que se desplaza en bicicleta. la moda es uno de los ejes que definen la segunda ciudad de Flandes, Rubens y el Barroco, los diamantes y el encanto del escalda completan el círculo.

Si hay una ciudad en el mundo que ilustra el significado de la belleza, esa es París. Metrópoli de las artes y la historia, de los museos y las iglesias, de la gastronomía y la moda, parís se hace amar y derrocha un deleite espiritual que penetra por los cinco sentidos del viajero, convirtiéndole en un adicto de la sublime oferta de sensaciones de la capital francesa.

Quienes la comparan con alguna otra capital europea cometen un error, además de una enorme injusticia, pues Copenhague tiene personalidad propia y atractivos más que de sobra para satisfacer los gustos de todo tipo de viajeros. Y, tópicos aparte, merece la pena visitarla en cualquier época del año.

Fue 2013 en el que la capital holandesa recuperó su impronta cultural. Esa que gira en torno a la vida y obra de ilustres artistas como Rembrandt y Van Gogh para sumergirse después hasta el fondo en sus míticos canales. Alegre y refinada, la ciudad despierta cada día con una historia nueva que contar.

Nacida de la tenacidad del hombre por unir islas en torno al lago Märalen, la capital sueca conserva el encanto de un viejo barrio medieval sin renunciar a la nueva arquitectura. diseño de vanguardia y jóvenes apasionados por el rock, pero también viejos pescadores de caña sobre sus puentes y playas de aguas cristalinas.

Pequeña en comparación con otras grandes capitales europeas, conserva el encanto señorial de sus palacetes barrocos, toques Art Nouveau y un planteamiento urbanístico revolucionario, con zonas ajardinadas en el que se integran en una arquitectura ecléctica mezcla de clasicismo mediterráneo y funcionalidad.

Posee una mezcla de estilos que recuerdan vagamente a ciudades como Praga o París, con la que se le ha querido comparar, pero brilla con una personalidad propia y diferente. De espíritu acogedor y transigente, destaca por el modo peculiar y único con que hizo triunfar bajo sus blancas nubes.
1. Lisboa, luz y nostalgia
La nostalgia fluye por las rúas de una ciudad que siempre parece lejana. Lisboa pertenece a otra época, la que marcan sus vías estrechas y sus miradores, su cielo y su océano. Y la luz, siempre la luz, que permite viajar al pasado con solo reposar la vista en sus suelos adoquinados y sus casas añejas. Una musa para un poeta.
2. Edimburgo, cultura y diversión
Cada año llegan hasta la capital escocesa cientos de miles de visitantes con el ánimo de saborear todo tipo de diversiones, también nocturnas. pero Edimburgo es, además, un activo foco de cultura, que encuentra su culminación en verano, durante la celebración de su Festival Internacional dedicado a las artes escénicas.
3. Londres, la capital inabarcable
Una imponente y siempre renovada dosis de cultura, monumentos de todas las épocas complementados con grandes espacios naturales, más tradición de vanguardia, y el deseo de mantenerse lo más british posible a pesar de su indiscutible cosmopolitismo hacen de Londres una de las ciudades más visitadas del mundo.
4. Amberes, moda en la calle
Cosmopolita y con estilo. Llena de animadas terrazas, tiendas de moda de diseñadores que han revolucionado las reglas de vestir y gente guapa que se desplaza en bicicleta. la moda es uno de los ejes que definen la segunda ciudad de Flandes, Rubens y el Barroco, los diamantes y el encanto del escalda completan el círculo.
5. París, mitad divina, mitad humana
Si hay una ciudad en el mundo que ilustra el significado de la belleza, esa es París. Metrópoli de las artes y la historia, de los museos y las iglesias, de la gastronomía y la moda, parís se hace amar y derrocha un deleite espiritual que penetra por los cinco sentidos del viajero, convirtiéndole en un adicto de la sublime oferta de sensaciones de la capital francesa.
6. Copenhague, corazón mercante
Quienes la comparan con alguna otra capital europea cometen un error, además de una enorme injusticia, pues Copenhague tiene personalidad propia y atractivos más que de sobra para satisfacer los gustos de todo tipo de viajeros. Y, tópicos aparte, merece la pena visitarla en cualquier época del año.
7. Amsterdam, reflejos en el agua
Fue 2013 en el que la capital holandesa recuperó su impronta cultural. Esa que gira en torno a la vida y obra de ilustres artistas como Rembrandt y Van Gogh para sumergirse después hasta el fondo en sus míticos canales. Alegre y refinada, la ciudad despierta cada día con una historia nueva que contar.
8. Estocolmo, Nobel de la belleza
Nacida de la tenacidad del hombre por unir islas en torno al lago Märalen, la capital sueca conserva el encanto de un viejo barrio medieval sin renunciar a la nueva arquitectura. diseño de vanguardia y jóvenes apasionados por el rock, pero también viejos pescadores de caña sobre sus puentes y playas de aguas cristalinas.
9. Ljubljana, la prisionera del dragón
Pequeña en comparación con otras grandes capitales europeas, conserva el encanto señorial de sus palacetes barrocos, toques Art Nouveau y un planteamiento urbanístico revolucionario, con zonas ajardinadas en el que se integran en una arquitectura ecléctica mezcla de clasicismo mediterráneo y funcionalidad.
10. Vilna, la gema del Báltico
Posee una mezcla de estilos que recuerdan vagamente a ciudades como Praga o París, con la que se le ha querido comparar, pero brilla con una personalidad propia y diferente. De espíritu acogedor y transigente, destaca por el modo peculiar y único con que hizo triunfar bajo sus blancas nubes.
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